sábado, 14 de noviembre de 2015

Eufrasia, remedio natural para los ojos


Tiene propiedades antiinflamatorias, astringentes, antisépticas y cicatrizantes.

Su historia 
La eufrasia es la planta para la buena vista, tanto en fitoterapia como en homeopatía, incluso su nombre en inglés «eyebright» significa ojos brillantes.
Las referencias más antiguas que se han hallado de los beneficios del agua de eufrasia para el cuidado de la vista datan del siglo XIV. Se le atribuía poder para devolver la vista al ciego. Los grandes herbolarios europeos del siglo XVI la tenían como uno de los mejores remedios para tratar dolencias oculares.

Las eufrasias (Euphrasia officinalis o E. rostkowiana y Euphrasia stricta) son unas pequeñas plantas anuales, con tallos rojizos y ramificados, hojas dentadas y flores trilobuladas, de color violeta pálido con una mancha amarilla en el centro. Parasita a las otras plantas a través de sus raíces. Se encuentra en brezales y laderas rocosas de ambientes montañosos; florece desde principios del verano.
Contiene flavonoides (quercetósidos), glucósidos como el eufrósido, ácidos fenólicos, un aceite esencial, lignanos y taninos, principios activos que la convierten en una planta astringente, antiinflamatoria, antiséptica y cicatrizante.

Usos y beneficios

Reduce la inflamación ocular y ataca los focos infecciosos provocados por virus o bacterias. Los herbolarios la aconsejan para tratar la blefaritis, la conjuntivitis, la inflamación de los párpados, los orzuelos y como remedio de apoyo en caso de alergias por polen, ácaros, polvo o humo, que cursen con inflamación ocular. Es muy útil para aliviar las molestias derivadas del rechazo al uso de las lentes de contacto. 




El modo de preparación más simple para estos problemas es la decocción de planta seca de eufrasia: a razón de una cucharada sopera por 200 ml de agua. Se hierve la mezcla un par de minutos y se deja en reposo. Después se filtra y se deja enfriar. A continuación se empapan compresas tibias y se aplican sobre los ojos cerrados hasta que las compresas se enfríen por completo. Esta operación, que se repetirá tres veces al día, reduce la inflamación y proporciona una gran sensación de alivio.

Esta capacidad terapéutica la convierten en una excelente aliada para tratar las digestiones pesadas, estimular el apetito, combatir las infecciones de oído y bucales, aliviar la faringitis y, aplicada externamente, detener las hemorragias cutáneas.


La eufrasia también es útil en los ataques alérgicos, con rinitis y accesos de tos persistente. Para ello se puede preparar una infusión a base de eufrasia, se hierve durante unos tres minutos. Después se filtra y se beben tres tazas calientes a lo largo del día, pudiendo aumentar la administración a cuatro tazas si la mucosidad es muy densa.

La eufrasia se presenta en bolsas de planta seca para infusión, en tintura y en extracto fluido.